Por una vez me permito no hablar de informática, como es habitual en este blog, para hablar de algo que me ha sucedido hoy y que me ha indignado hasta el límite de querer compartirlo con todos a través de esta humilde tribuna.
Como muchos sabréis la banca tradicional, en su afán de no perder clientes en favor de los bancos que operan exclusivamente a través de Internet, esgrimen el argumento de que éstos no tienen oficinas.
¡Bendito argumento! Gracias al cuál en estos bancos "de Internet" nunca te dicen eso de "esa gestión tiene usted que hacerla en su oficina", es decir, gracias a no tener oficinas te maltratan mucho menos.
Cansado de dicho maltrato por parte de la CAM (ahora SabadellCAM) he decidido cambiar mi cuenta de las afueras de Murcia al centro, ya que es donde tengo mi trabajo y puedo ir (cada vez que me digan que "vaya a mi oficina" a resolver sus atropellos y excesos) pueda hacerlo sin perder demasiado tiempo.
Pues bien, he ido a la oficina 1016 de SabadellCAM (C/ Salzillo) y me ha atendido una chica que tenía sobre su mesa un cartel con el nombre de Ángeles Penalva (no sé si sería ella misma o simplemente pasaba por allí).
Tras indicarle que quiero cambiar de oficina me dice que tiene que hablar con el director para ver si es posible. ¿?
Al entrar en el despacho del director (a 5 o 6 metros de donde yo estaba sentado) cometen la torpeza de dejar la puerta abierta (digo torpeza fundamentalmente por los términos en los que hablan de mí).
La conversación casi textual es como sigue:
Empleada: Tengo aquí un señor que quiere cambiar su cuenta de la oficina de Cabezo de Torres a ésta porque dice que como le coinciden sus horarios con los nuestros, cada vez que le dicen que tiene que pasarse por su oficina le viene muy mal.
Director: ¡Qué quiere, las comisiones! (con tono totalmente despectivo)
Empleada: No, quiere cambiar la cuenta a nuestra oficina.
Director: Bueno, bueno, lo primero que hay que hacer es enterarse bien de quién es, a qué se dedica y si tiene perras y luego ya ves tú qué haces....(evidentemente ignoraba que estaba escuchando su total desprecio hacia mí)
Yo oyéndolo todo, empiezo a encontrarle el punto divertido al hecho de que la chica se tiene que volver a sentar conmigo y lo he oído todo. He oído el absoluto desprecio con el que tratan a la gente cuando es un cliente anónimo y no uno VIP.
Para colmo, cuando terminan de hablar de mí el director se levanta y me ve que estoy en la silla al lado y supongo que sospecha que lo he oído y le dice a ella "¿lo tienes ahí?" ella contesta que sí y se acaba la conversación.
Para terminar y no alargar demasiado el relato, me dice la chica que si no van a ser ellos mi primera entidad (domiciliación de nómina, contratación de más servicios, etc) no me trasladan la cuenta. ¡Con un par!
Evidentemente no van a ser ni mi primera entidad ni la última. En cuanto cierre algunas operaciones que tengo pendientes y que afectan a mi cuenta con ellos cancelo mi relación con ellos de por vida (es una cuestión personal).
Todos sabemos lo que es la CAM. Una entidad que nos ha costado a los españoles mucho dinero por la incompetencia de sus directivos como por su falta de escrúpulos y ausencia total de moral y vergüenza. Así está como está y dónde está.
Todo, desde el respeto y el cariño.
